La economía circular se inspira en la naturaleza y en su funcionamiento cíclico, de allí nace esta alternativa que se opone al modelo económico lineal de producir-usar-tirar. Se trata de una opción que busca aportar eficientemente a productores y consumidores siendo más amigables con el medio ambiente.
Para entender un poco de qué se trata la economía circular se vuelve inevitable volver a sus pilares fundamentales, los cuales son: reducir, reutilizar y reciclar. A partir de estas acciones puestas en práctica es que la economía circular propone un sistema basado en soluciones viables.
El ciclo basado en reducir, reutilizar y reciclar evita que se derrochen los recursos naturales apostando a cambiar nuestros hábitos de compra y consumo. Esto, en consecuencia, preserva mucho más el valor de cada producto alargando su vida lo máximo posible.
Aportando a la economía circular y evitando la economía lineal se previene: producir toneladas de residuos que en su mayoría son no reciclables y disminuir la huella de carbono que nace de la fabricación y el transporte de productos.
Ahora bien ¿qué podemos hacer desde casa para aportar a la economía circular de la comunidad? Por suerte ¡muchas cosas! A continuación, presentamos 5 consejos para volver tus hábitos más verdes y sostenibles:
1- Ley primera: reparar antes de tirar
Aunque todo el universo del consumo nos haga creer que los productos tecnológicos enseguida se vuelven antiguos e insulsos, repararlos y no tirarlos es una de las principales actividades sostenibles para realizar en el hogar.
A veces, pasa que cuando deja de funcionar algo automáticamente lo tiramos a la basura sin tener en cuenta dos grandes realidades:
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Puede tratarse sólo de la reparación de una pequeña pieza que puede tener repuestos.
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Cuentas con el derecho legal de la garantía.
Finalmente, si esto no tiene solución, en vez de arrojarlo sin pensar a la basura, es importante llevarlo al punto de reciclaje más cercano que encuentres.
2- Elegir productos más duraderos en vez de los desechables
Suena extraño quizás, pero en la rutina y lo cotidiano solemos estar rodeados de cosas de pocos usos y que desechamos fácilmente. Por ejemplo: servilletas, pañuelos, pañales, toallitas femeninas son artículos que pueden ser reemplazados por opciones de más larga duración y que impactan menos en el ambiente.
Muy de la mano con esta idea de lo duradero está la ropa. Comenzar a comprar a conciencia aquellas prendas básicas, combinables y de buena calidad aporta a que las usemos más y no precisemos de seguir comprando.
Al momento de comprar también es importante pensar en la opción second hand que le brinda una segunda oportunidad a la ropa y vuelve su uso circular y menos contaminante. De esta manera, puedes comprar y vender de una manera ecológica e incluso más barata.
3- Reducir la basura al mínimo
Minimizar el consumo excesivo de recursos es también responsabilidad nuestra. Para llevarlo a cabo en el hogar y nuestra comunidad, preparar comidas que generen la menor cantidad posible de desperdicios es una manera de hacerlo.
Otras opciones son usar bolsa de tela para las compras, comprar a granel y evitar siempre que sea posible los envoltorios.
4- Reciclar
Una de las bases de la economía circular es el reciclaje. Una segunda vida útil es posible para casi todos los productos que consumimos.
Envases de plástico, latas, papel, cartón y vidrio tienen diversidad de opciones de uso antes de ser desechados de la casa. Y en caso de ya no necesitarlos es importante llevarlos a sus contenedores correspondientes.
Mención especial también para todo lo que sean pilas, aparatos electrónicos, químicos, textiles, etc.
5- Consumir y comprar en proximidad y de manera responsable
Si hay un consejo que engloba a todos los demás y se vuelve muy importante es el de consumir y comprar de manera responsable aquello que la comunidad nos ofrece.
¿Qué significa? Que si en tu comunidad existe una feria agroecológica optes por ello en vez de ir al super. Que aportes a la economía regional de pequeños productores que venden de manera directa. De esta forma evitas una gran cadena de desechos de recursos naturales y contaminación que devienen de los traslados, por ejemplo. Además aportas significativamente al mercado local y, básicamente, a tus propios vecinos.
Piensa en qué es lo que quieres introducir en casa, si realmente lo necesitas, en qué cantidad, analiza dónde se produce y qué tan sostenible es. La economía circular promueve, también, una nueva forma de consumo.
Con estos consejos colaboras a disminuir la deforestación, evitar el agotamiento de los recursos naturales, reducir la producción de residuos, reducir las emisiones de carbono, y limitar el consumo de energía.
¿Qué esperas para darle un giro de calidad a tu estilo de vida y colaborar con el medio ambiente?