Comienza el 2023 y con él nuevas metas, sueños y desafíos por conquistar. Para acercarnos a ellos de forma sana y lograr todo lo propuesto, es sumamente importante el bienestar emocional.
Este concepto se expande y abarca una manera saludable de vivir y llevar adelante el día a día, trabajando con esfuerzo en todo lo que nos devuelve bienestar y favorece a sentir comodidad y armonía con nosotros mismos y la totalidad del entorno.
El bienestar emocional es sinónimo de balance. Lo que persigue este concepto es unidad y equilibrio en todos los aspectos de nuestra vida: física, mental, emocional y espiritual.
Se trata de la habilidad y el constante ejercicio de poder disfrutar y a la vez de afrontar los problemas diarios de la manera más elocuente, tomando decisiones, adaptando situaciones, dialogando y lidiando con diversas dificultades que van surgiendo en la cotidianeidad.
Manejar las emociones es el punto central del bienestar emocional. Es vital poder comenzar a hacerse cargo de las emociones, abrazarlas, comprenderlas, no reprimirlas. Aceptarlas y reconocerlas para poder trabajar sobre ellas y sus diferentes manifestaciones.
Entender que las emociones son la composición de gran parte de las situaciones que vivimos a diario, que fluctúan y varían dependiendo de cada instante, es elemental.
Encontrarse con uno mismo se vuelve prioridad para favorecer el bienestar emocional. Adoptar una serie de hábitos positivos también permitirán buenos resultados, limpiando la mente, evitando la fatiga emocional y dejando espacio para las cosas buenas.
Cuerpo y mente en equilibrio
Es sumamente necesario proteger y cuidar al cuerpo y la mente con la misma dedicación. El ejercicio y la dieta equilibrada colaboran con la fluidez de una buena rutina, levantando el ánimo y fomentando la energía.
El ejercicio físico no sólo tiene que ver con el gimnasio. Caminar, pasear, practicar algún arte también es importante. La salud es sostenerse en movimiento.
La naturaleza: un cable a tierra
Es probable que la rutina se vea rodeada de ciudad y falta de tiempo. Invertir algunos minutos en estar en contacto con la naturaleza es un hábito muy importante. Recorrer un parque, desayunar en el jardín, aprovechar días libres para un paseo por la montaña o el mar.
El contacto con la naturaleza baja los niveles de estrés y permite relajar cuerpo y mente. Hacerle frente a las demandas de la vida adulta con un poco de verde alrededor favorece el bienestar emocional.
El ocio y el descanso son importantes
El ocio: una actividad muy dejada de lado en este mundo que exige tiempo para producir y ser útil de forma constante. Aunque la rutina juegue en contra de contar con tiempo libre para uno mismo, es elemental hacerse de este espacio.
Los tiempos libres pueden variar junto con los gustos y particularidades de cada persona. Lo importante es disfrutarlos y entender que son necesarios para el bienestar. Estar tiempo extra en la cama, pintar un cuadro, tocar un instrumento, disfrutar de la vista de un paisaje o jugar un juego de mesa, todas son actividades válidas que enriquecen la tranquilidad y el goce personal.
Además de ello, intentar cumplir con un mínimo de horas de sueño también es fundamental. Cuidar los hábitos de sueño hace que el cuerpo logre relajarse en su totalidad y recargarse de forma óptima para el día siguiente.
Dedícate tiempo para conocerte, hacer deportes, disfrutar y descansar… Piensa en lo que te gusta e intenta reservarle aunque sea unos minutos cada día.
Expresar, sentir y disfrutar
Otra excelente herramienta para favorecer el bienestar emocional es expresar lo que se siente a partir de los pilares de la educación y el respeto.
Poder contar lo que a uno le pasa es poder exteriorizar aquello que genera diversas emociones y eso puede servir para disfrutarlo mucho más o incluso encontrar alternativas para trabajar los sentimientos.
Expresar permite una mayor comprensión de uno mismo y de los demás.
Cuidar y nutrir relaciones sanas
Para mantener un entorno sano, donde el poder comunicarse sea posible y donde lo que uno siente sea válido, es necesario contar con una red de afectos sanos. Reconocer aquellas personas que te ayudan a crecer, cuya compañía es significativa verdaderamente, es una manera de construir espacios sociales cuidadosos y benéficos.
Identificar te permitirá visualizar qué relaciones y vínculos debes nutrir con cariño y cuáles no.
Hay un 2023 entero por delante y qué mejor oportunidad que la de iniciar un nuevo ciclo para comenzar a practicar hábitos que nos pueden convertir en personas más sanas y cuidadosas con nosotros mismos y con los demás. ¿Te sumas a esta propuesta?.
