Second hand hace referencia al concepto de segunda mano pero en un tono sumamente poético y positivo que busca darle valor a la ropa, haciendo referencia a que ya ha pasado por otras manos, que proviene de una red de intercambio. Otra persona ya ha elegido esa prenda, la ha utilizado y la ha puesto a circular para que cumpla su función en el outfit de otro guardarropas.
Esta moda/filosofía guarda en su interior un sinfín de beneficios y características sumamente beneficiosas para el planeta. Pero si algo destaca de la ropa second hand es que nos enseña a cuidar, a preservar, a respetar y a darle sentido a cada prenda.
Vivimos en una sociedad sumamente consumista, que incita a la compra excesiva y abusiva de infinidad de cosas que, en la mayoría de los casos, no son necesarias. Pero al ser tanta la presión y la fantasía de que aquello puede cambiarnos la vida por completo, todo humano sucumbe ante la tentación de comprarlo.
La moda second hand viene como una bomba a explotar con todo esto. Poniendo pausa e invitándonos a pensar ¿qué compramos? ¿dónde compramos? ¿por qué? ¿qué impacto tiene en la sociedad y en el ambiente? ¿hay otras alternativas? ¿existe competencia a tal producto de tal marca? y, de ser así ¿por qué no apostamos por ello?
A continuación, te invitamos a que descubras algunas curiosidades más sobre esta manera de vestir que va mucho más allá de una simple moda y se instaura como una filosofía sostenible:
Sin duda, de sus cualidades más admirables.
La moda, por lo general, pasa rápidamente a ser sustituida por otros colores, texturas y prendas y, además de ello, cuando se trata de modas rápidas suele estar mal confeccionada. ¿Por qué? Pues para mantener bajos los costos y poder venderla más fácilmente. Es así que: fácil y rápido de hacer tiene la consecuencia de ser fácil y rápido de volverse inútil y desechable.
Esto da como resultado, la propagación y el aumento de vertederos de ropa en todo el mundo. Repletos de ropa apenas usada, que poca vida útil ha tenido y que ha sido tirada por ser parte de una moda volátil y producto de la propaganda de consumo.
Esto, que es casi un capricho por verse bien, acarrea problemas graves e irremediables para el medio ambiente, la contaminación de los suelos y la vida silvestre.
Por no fomentar el crecimiento de vertederos de ropa, esta moda promueve un consumo responsable. Al tratarse de una moda circular, fomenta la economía circular, generando una red de beneficios regionales con el menor impacto.
El optar por ropa de segunda mano, es optar por una alternativa más consciente, la cual apoya la idea de que no hacen falta tantas prendas de moda o un guardarropa inmenso. Para poder acentuar la personalidad y genuinidad de uno mismo, es importante valorarse, quererse y encontrar un estilo que defina al cien a partir de un par de prendas.
Además es una invitación continua a aportar sostenibilidad y pensar antes de comprar. Algo que el sistema casi nunca nos permite, ya que bombardea continuamente con afirmaciones como: “¡compra esto!”, “¡esto es verdaderamente para ti!”. La filosofía second hand brinda la oportunidad de pensar si necesitas lo que estás comprando, o en que te haría sentir mejor.
A consecuencia de los primeros dos ítems, la moda second hand disminuye de manera representativa la producción de desechos, fomentando así el movimiento Slow Fashion, que se basa, básicamente, en convertir prendas en una moda lenta, que dure mucho más tiempo siendo parte del estilo de las personas.
Esta filosofía prolonga de manera directa la vida útil de cada prenda, haciendo justicia a la cantidad de recursos naturales y humanos que son utilizados en su producción.
No estar constantemente viendo qué colores, qué texturas, qué tipos de prenda son los de la temporada y gastando una abismal cantidad dinero en ellos permite ahorrar, y mucho.
En las tiendas de segunda mano puedes encontrar ropa barata y de calidad, que durará mucho más tiempo y permitirá que el dinero destinado a la ropa pueda ser utilizado en otros proyectos de tu vida.
Aunque nos cueste creer o demos vuelta la cara a una realidad comprobada, muchísimas marcas de ropa -incluso hasta las más conocidas mundialmente- producen a partir de la explotación laboral e infantil. Teniendo empleados en las más pésimas condiciones, precarizados. Aprovechándose de sus condiciones humildes y de pobreza y explotando laboralmente también a niños menores de edad.
Y sí, es sumamente doloroso pensarlo, pero es real. Es la cara no visible de esta idea de que estar a la moda es sustancial en nuestras vidas. Y es un recurso que emplean las marcas de ropa para estar a la altura de la constante demanda.
Es por ello que apostar por la moda second hand, sostenible, responsable y consciente, es ponerle un freno a este consumo abrupto y desmedido que crece día a día. Es alargar la vida de las prendas, darles un sentido, volverlas circulares, que nada quede juntando polvo al fondo del armario.
La ropa de segunda mano es una oportunidad para revolucionar el sentido de la moda, es romper con el poder del comercio desleal de miles de marcas, es aportar al planeta, es respetar el trabajo de las personas y es acentuar la autenticidad de uno mismo, sin necesidad de que sea impuesta.
¿Quieres generar un verdadero cambio? Pues comienza a tomar consciencia de tu ropa y ya estarás haciendo mucho por el planeta donde vivimos.