El estrés, la ansiedad y la depresión son algunas de las enfermedades más recurrentes en la actualidad. El ritmo de vida atareado, la excesiva carga de responsabilidades hacen que las personas estén cada vez más colapsadas. Volver a los orígenes, conectar con el interior y dedicar algunas horas al bienestar propio son actividades fundamentales para la salud.
El yoga, la meditación y el tai chi son prácticas ancestrales que traen equilibrio a la vida de las personas, ofreciendo mayor confort y abundancia, permitiendo llevar adelante un estilo de vida más agradable y ameno.
Se trata de tres actividades esenciales que, en conexión con la naturaleza, fortalecen y estimulan favorablemente el ánimo y la salud de las personas.
El ser humano, para su plenitud, siempre necesita acercarse a la tierra y a su real ecosistema. Es un entorno conocido, agradable, que permite la armonía y el equilibrio. Es por ello que, combinado con prácticas espirituales de respiración, meditación y concentración favorecen ampliamente al confort de quienes las llevan a cabo.
El término yoga proviene del sánscrito y significa unión, hace referencia a la conexión entre el alma del individuo con el espíritu (que refiere a Dios o el universo). Entonces el yoga se entiende no sólo como palabra para describir este estado de unión, sino que también como el medio para alcanzarlo.
Durante una sesión de yoga, se practican diferentes posturas armonizadas con la respiración, beneficiosas tanto para el cuerpo como para la mente.
Entre algunos de sus beneficios se encuentran la reducción de ansiedad y estrés, el fortalecimiento de huesos y músculos, el mejoramiento de la calidad del sueño y de la productividad.
Lo importante, a la hora de practicar yoga, es realizarlo en un espacio armonioso y acogedor. Es por ello que la naturaleza es una opción ideal. Encontrar un lugar en el jardín o en algún parque es ideal, sólo necesitas de una mat de yoga para mayor comodidad y listo.
La meditación, en cambio, no se basa en movimientos y posturas, sino en la concentración y la respiración. La meditación es esencialmente un estado de conciencia, donde quien la practica intenta poner toda su atención dentro de sí mismo, desprendiéndose de las distracciones externas.
Para meditar, se puede estar sentado o tumbado tranquilamente con los ojos cerrados y en un espacio pacífico. En ocasiones, se puede repetir una frase, más conocida con el nombre de mantra que ayuda a la concentración.
Esta disciplina puede realizarse en cualquier lugar y momento que se desee. Lo importante es estar cómodo y conectar con uno, por lo que un escenario natural siempre puede ayudar a lograrlo.
El tai chi es una antigua tradición y un arte marcial milenario de origen chino. Se trata de un ejercicio físico suave y de estiramiento. Su práctica consta de una serie de movimientos realizados de forma lenta, concentrada y acompañada de respiración profunda.
Realizarlo en contacto con la naturaleza es uno de los mayores placeres, ya que ofrece al arte marcial, frescura y belleza absoluta.
Conectar con la naturaleza y hacerlo a través de prácticas milenarias que aportan de manera directa y sana al bienestar del cuerpo y la mente es algo espléndido. ¿Qué esperas para salir al jardín y comenzar con alguna de ellas?